Wednesday, April 11, 2007

Ups!


Hace un par de días yo estaba en mi depto cuando me llegó una visita sorpresa. Era él, el que me ha tenido tan feliz últimamente... Como era de esperarse nuestro efusivo saludo se fue transformando en una clara muestra de cariño y calentura. Pero a penas sacándome la ropa recordé que mi amiga V vendría a verme ese día. El problema es que V tiene llave... En ese mismo momento corrí a llamarla por teléfono dejando ese cuerpo impaciente esperándome en mi cama y la muy sorda no contestó. Muy bien, le dejé recado y continué lo que estaba haciendo. Minutos más tarde, estando yo claramente muy ocupada, sonó mi teléfono. “¡Maldita sea! ¡Debe ser V! Tengo que contestar” y sin desprenderme de él contesté; era V, que al escuchar mi respiración agitada y sabiendo que yo no hago ejercicio y menos en mi casa, supo inmediatamente lo que estaba pasando:
V: ¿Qué te pasa?
C: Nada, eh, ¿vas a venir?
V: Si po, me estoy llendo para allá.
C: No, no te vengas todavía.
V: Jajajaja...
C: Jajajaja...
V: Ya dale saludos de mi parte jajajaja...
C: Jajajaja...
Pues bien, nos dio ataque de risa, corté y sin abandonar mi posición dominante, le di los saludos de V a aquel que se encontraba bajo mío.
Esa noche vi a V que no paraba de reírse. Me dijo que menos mal la había llamado porque sino había llegado en plena performance.
Siempre que suena el teléfono en esas situaciones nunca contesto pero creo que desde ahora comenzaré a prestarle más atención...