
Me siento como un estropajo… ayer trapeó el suelo con mi persona... y esta vez no voy a hablar de hombres (por lo menos no como suelo hacerlo), esta vez voy a hablar sobre una celebridad criolla en particular. Trataré de ser breve en mi humillante denuncia. Siempre he sido delgada de arriba y ancha de abajo (problema común en la mujer chilena) y hace poco más de un mes, gracias a mi trabajo me pude contactar con el programa del Dr. Vidal (“Cirugías que curan”, que irónico) para ver la posibilidad de hacerme una LIPO. Resulta que la producción del programa me amó y querían tomar mi caso a toda costa.
Primer problema: me cobraban un millón de pesos por gastos de pabellón. ¡Plop! Dije que no.
A los pocos días, la producción había resuelto costear la mitad. Tenía que pagar 500 mil pesos. Dije que no. ¡Perdón pero me iban a grabar desnuda y mostrando mis partes y a mis amigos en un seguimiento y mas encima tenía que pagar! Además tuve un imprevisto financiero y no tenía ni una posibilidad de gastar esa cantidad.
Al día siguiente me llama la producción para decirme que les sobró un cupo gratis (reservados para casos extremos, me habían dicho que solo tenían cinco) y que no tendría que pagar ni un peso. Cuento corto dije que si.
Cita con el famoso Dr. Vidal. Me grabaron en el ascensor, en la sala de espera, en la consulta contándole el trauma de mis piernas y finalmente me desvistieron para examinarme... OK. Al pesarme gritó en tono de burla un peso que era mas alto que el mío (5 kilos mas). Luego me dijo que tenía demasiado sobrepeso, demasiada celulitis (además de otros problemas). Al decirle yo que igual ahora estaba mas gordita, él se rió y su texto fue:
-“¡Mas gordita! Qué divertidas las mujeres que vienen a mi consulta, me dicen “mi panzita” y tienen las tremendas panzotas, “mi tracerito” y tienen los tremendos tracerotes”. Yo, desnuda, vulnerable e indefensa no supe contestarle. Sonreía diabólicamente, tratandome de mentirosa y diagnosticando que aunque hiciera mucho ejercicio una lipo nunca me iba a quedar bien. O sea, que nunca iba a tener bonitas piernas. Para mas remate la productora me ofreció el programa de la universidad católica para obesos!!!!!!!!!! Perdón. Dije que no y me fui hundida en mi ser del brazo de mi amiga V que me esperaba afuera y que no pudo creer lo que había pasado. Sé que podría estar mas flaca, pero no me merezco esa humillación. Sobretodo que cuando apagaron las cámaras (a las que no quise regalar una lágrima), el famoso doctorcito me dice que fue mas pesimista de lo que realmente es, y que si podría llegar a tener un muy buen resultado. Hipócrita. Si no me quería operar que me lo diga pero yo no merezco ese trato, además: no estoy tan gorda. ¿Cirugías que curan?
PD: la de las fotos soy yo. Juzgue usted mismo.

EXTRA_EXTRA_EXTRA: me llamó la productora del programa para pedirme disculpas por el trato... me dijo que incluso el DR. se había arrepentido de tratarme así... Disculpas recibidas, pero la historia y lo ocurrido no cambian...